Alargamiento y engrosamiento del pene

Todos estos conceptos han sido ampliamente estudiados por la comunidad médica en sus distintas especialidades y de este análisis también se desprende la necesidad de advertir que la influencia social no debe ser el motor que impulse a un varón a querer cambiar el tamaño de su pene toda vez que se puede decepcionar al no lograr dimensiones realistas a su anatomía corporal que pueden llevarlo a la perdida de la armonía genital y por tanto a una insatisfacción personal y de su pareja. 

Las técnicas hasta hoy universalmente aceptadas para lograr el alargamiento de pene se basan en el conocimiento estructural que el cuerpo del falo o pene se encuentra aproximadamente en un 50% visible en el exterior y el resto inmerso y fijo en la pelvis masculina y sustentado entre otras estructuras al hueso pubis mediante un ligamento llamado suspensorio del pene. Es sobre este concepto anatómico que tenemos técnicas de microcirugía, con incisiones minúsculas y poco visibles por donde se busca liberar esa porción del pene oculta para lograr una ganancia que fluctúa entre los 2.5 y 5 cm. sin la pérdida del eje del mismo y alejados del riesgo de un daño a los vasos sanguíneos o los nervios de la región, todo ello basado en métodos de liberación de ligamentos y fijación de otros elementos útiles para mantener un pene sin problemas de erección. 

El engrosamiento o ensanchamiento quirúrgico del pene también requiere de una técnica visualmente no agresiva pero sobre todo que de armonía visual al genital cuando se realizan ambas cirugías en un mismo acto quirúrgico, un pene se logra engrosar tanto con injertos de grasa antóloga (del mismo paciente) como con nuevos materiales bio integrables que aplicados alrededor del órgano masculino le confieren ensanchamiento de sus dimensiones y por tanto un aspecto visual más satisfactorio para el paciente que así lo cree necesario como una mejor presión y estimulación a las terminaciones nerviosas de las paredes vaginales de su pareja sexual. El ensanchamiento del diámetro del cuerpo de pene fluctúa entre 2-3 centímetros. 

Tener una amplia y provechosa conversación con el urólogo es fundamental para el paciente que busca mejorar su desempeño sexual así como su estética genital y de igual manera compartir con la pareja sexual los objetivos y logros del tratamiento dejando atrás remedios mágicos o milagrosos que solo impactan psicológicamente al paciente en su autoestima.

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