Una vez que se va al médico, este hará una investigación de la historia del paciente para saber cómo se generó esa masa, habrá que realizar una exploración en la cual se utiliza una lámpara especial para identificar si la masa es sólida o no, también se indicará un ultrasonido escrotal, el cual es fácil, sencillo, rápido, no invasivo, económico y dará información valiosa de las características internas del testículo, si bajo esta premisa u otros exámenes se confirma el cáncer, se procede a retirar el testículo, por medio de la ingle, es decir, no se abre el escroto sino que se trata como si fuera una hernioplastía, ya que por medio de la ingle se ingresa y se saca el testículo en su totalidad, para saber en que estado se encuentra el tumor.
Si el cáncer es detectado en una fase temprana el pronóstico es muy bueno, ya que la posibilidad es del 95% de éxito.
Una cirugía de retiro de testículo suele contener la enfermedad, sin embargo, el cáncer testicular es uno de los ejemplos del alcance y avance de la medicina en quimioterapia razón por la cual no debería fallecer ningún joven con cáncer testicular diagnosticado a tiempo.
Un paciente al cual se le ha retirado un testículo tendrá una vida normal, ya que un solo testículo puede cumplir la función de los dos, si el paciente estéticamente no está feliz con esta nueva apariencia, se puede realizar un implante o prótesis testicular la cual está hecha con un material de una textura y consistencia que simula un testículo, además de que hay varios tamaños para que sean acorde con el otro y visualmente estéticos.