Realizar la circuncisión masculina en la etapa de recién nacidos ofrece beneficios como la reducción del riesgo de contraer VIH y algunas infecciones de transmisión sexual como herpes genital, papiloma humano y sífilis, según estudios pediátricos.
La circuncisión también reduce el riesgo de cáncer de pene durante toda la vida, el de cáncer cervical en parejas sexuales y disminuye el riesgo de infecciones del tracto urinario en el primer año de edad del varón.
La circuncisión consiste en la extirpación quirúrgica del prepucio del pene y generalmente se realiza a los recién nacidos.
Los datos médicos demuestran que este procedimiento quirúrgico es más seguro y ofrece más beneficios de salud si se realiza durante el período neonatal, no parece afectar adversamente la función sexual del pene ni la sensibilidad o la satisfacción sexual y califican de rara la presencia de alguna complicación aguda.
Pero alertan sobre personas no capacitadas que realizan circuncisiones infantiles, desde médicos, enfermeras o religiosos, cuyos resultados frecuentemente son desfavorables, por lo que recomiendan que el procedimiento sea practicado por médicos capacitados y competentes.
"Una conversación que se debe dar antes de la concepción o durante el embarazo, definiendo quien llevará a cabo la intervención, explicando los beneficios y riesgos potenciales y asegurando que los padres entiendan que se trata de un procedimiento optativo".
El Dr Juan Antonio Ramirez es actualmente Catedrático de la clínica de Urología de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Baja California, así como ex profesor para médicos residentes del Instituto Mexicano del Seguro Social. Es miembro Fundador y Ex Presidente del Colegio de Urología de Baja California, A.C.